Sin despertadores que te sacan de la cama de un sobresalto y que interrumpen en mitad del ciclo de sueño. La luz aumentando poco a poco, según salía el sol iluminó mi dormitorio.
Además hoy he descansado como hacía mucho. Con un sueño largo y reparador. Me ha ayudado a recuperar el equilibrio, después de unos días de mucho ajetreo y de dormir poco y mal.
Anoche me preparé a conciencia para descansar.
Me fui pronto a la cama y puse una luz tenue para comenzar a relajar. Me tomé una infusión con valeriana y tila que me sentó de maravilla. Y puse unas gotas de lavanda bajo la almohada.
Son detalles pequeños pero que han logrado que mi sueño sea reparador y profundo.
Esta mañana cuando me he levantado me he visto hasta más radiante.
Me siento bien. Y con mucha más energía para afrontar el día.