Lo ideal es no perder nunca ningún diente o muela. La realidad es que a veces es inevitable, porque los motivos son muy dispares.
Estas son las causas detrás de la pérdida de una pieza dental:
🟤 Traumatismos debidos a golpes o caídas.
🟤 Caries que no se tratan y avanzan en exceso.
🟤 Periodontitis (enfermedad de las encías).
🟤 Efectos secundarios de alguna medicación.
🟤 Si te falta alguna pieza porque no te salen en la infancia o adolescencia.

En todos estos casos, el tratamiento más duradero, fiable e indoloro son los implantes dentales.
Gracias a ellos, no notarás la diferencia con un diente normal.
Además, no necesitan mantenimiento más allá de una correcta higiene, como el resto de tu boca.
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¿Has perdido alguna pieza recientemente?

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